La historia empieza cuando el autor describe un dibujo que hizo cuando era niño de una serpiente que se traga un elefante, después de haber visto un libro sobre la selva, en el cual había un dibujo de éste animal.
Muy contento con su elefante tragado por una serpiente, enseña su dibujo a varias personas mayores, preguntando si les asusta el dibujo, a lo que los mayores responden: “¿Por qué debería dar miedo un sombrero?
Triste y decepcionado por la falta de imaginación de los adultos, decide cambiar, ya no sería pintor, sería piloto. Así, vive sólo, pilotando sin nadie con quien poder hablar durante años, hasta que un día tiene su avioneta se avería en el desierto del Sahara. Pasa la primera noche durmiendo en la arena, y cuando las primeras luces del alba iluminan el sol iba saliendo escuchó una voz que le decía “dibújame una oveja”. Asombrado, se levanta y ve ante él a un principito que con insistencia le pide que le dibuje una oveja. Le dibuja varias ovejas, pero todas son rechazadas por el principito, también le dibuja el elefante comido por la serpiente, a lo que éste responde que no quiere ni elefantes ni serpientes que quiere una oveja. Se da cuenta que el principito ha reconocido el dibujo y decide dibujarle una caja con agujeros y la oveja dentro. “Esto es exactamente lo que quería” le dice. Y así es como el piloto conoce al principito del cuento.
Lo que sigue es la historia que el principito le cuenta al piloto sobre las aventuras que ha tenido en otros mundos desde que dejó su planeta, el asteroide B-612, las cosas que había aprendido, los extraños personajes que había conocido, de los que no podía entender su comportamiento, y los amigos que había hecho.
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